Billy Beane es el director general de un equipo de béisbol de Oakland, que logra mantenerse en los primeros puestos de su categoría e incluso llegar a la final durante varios años consecutivos, y todo ello a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de todas las grandes ligas.
Moneyball es el juego de los perdedores. Es la contrapartida a la idea mediática de que solo los fuertes triunfarán. Es la representación de los sacrificios, los sueños, los ideales y los fracasos que mueven y marcan esta pasión. Los guionistas Steven Zaillian (La lista de Schindler) y Aaron Sorkin (The Social Network) resucitan el viejo lema "no se trata de ganar o de perder, sino de cómo jugar".
Poderosa interpretación de Brad Pitt y sorprendente actuación de Jonah Hill que nos tenía acostumbrados a otras cosas. Los dos estarán muy cerca de conseguir la nominación al Oscar.
Lo mejor: La química entre los dos protagonistas y un guión impecable.
Lo peor: Que al hablar de beisbol, quizás no guste demasiado en Europa.
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