Un senador estadounidense es asesinado en Washington por un espía ruso.
Un agente de la CIA retirado (Richard Gere) se ve obligado a colaborar con un joven agente del FBI (Topher Grace) para atrapar al criminal.
Un thriller de espías entretenidillo sin más, que lamentablemente desvela su "gran secreto" al comienzo de la cinta y convierte todo lo demás en algo realmente muy simple.
Lo mejor: sus primeros 15 minutos
Lo peor: el resto de la cinta
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