El sexagenario Donald Sully Sullivan es un trabajador de la construcción que sigue siendo tan animado, encantador, adulador y rebelde como cuando era joven. De hecho, el mayor problema de Sully es que se niega a crecer y por ello ha abandonado sus responsabilidades familiares.
Un guión maravilloso, un director solvente y unos actores impresionantes. Newman no parecía tener límites de interpretación, todos están perfectos, hasta Bruce Willis está convincente. Película íntima y llena de ternura que nos hace ver que la vida tiene múltiples recovecos si ponemos sentimientos en cada uno de nuestros actos cotidianos. Los diálogos no tienen desperdicio, cada escena está concebida en su justa medida, sonrisas y momentos melancólicos, enfados y reconciliaciones, todo contado sin fisuras en este film ameno que deja un muy buen sabor de boca.
Paul Newman... Siempre nos quedarán sus películas.
1 comentario:
ay....me encanta.
Siempre me acuerdo de Pauli! la vimos junto con ella y le gustó mucho!
Gracias santos por su blog! lo quiero mucho.
Firma: su anónima preferida.
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